* 1/2 vaso de pan rallado
* 1/3 vaso de aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
* mucho curry
* un poco de sal
* orégano
* un poco de sal
* orégano
Empezamos el día anterior troceando las pechugas de pollo en cubos pequeños de no más de un centímetro y medio, que permiten que los sabores y jugos empapen toda la carne.
Introducimos todos los tacos en un bol cerámico grande. Rociamos el pollo con aceite de oliva, de forma que permita un deslizamiento fácil de todos los trozos. Tras ello echamos el curry, el orégano, la sal (queda perfecto sin ella también), y el pan rallado, revolviendo bien todo el pollo tras añadir cada uno de ellos. Tapamos el bol y a la nevera hasta el día siguiente.
Sacar de la nevera al menos media hora antes de freírlo. Tras ese tiempo se calienta bien una sartén (sin aceite o con una gotita) y cuando esté caliente se pone en ella el pollo, que habrá que ir revolviendo de vez en cuando. Se mantiene el fuego alto para que vaya tostándose un poquito, y luego se baja para que se haga bien por dentro.
No nos llevará más de un cuarto de hora. A la hora de comer está buenísimo con el aceite de la sartén o con un poquito de mayonesa.
