Ingredientes:
* 115
g de mantequilla
* 275
g de azúcar
* 2
huevos
* 280
g de harina de repostería
* 2
cucharadas de cacao en polvo
* 1
cucharadita de levadura en polvo
* 1
cucharadita de bicarbonato sódico
* 1
cucharadita de esencia de vainilla
* 1
cucharada de colorante alimenticio rojo en gel
Para
la crema de queso:
* 400
ml de nata para montar
* 250
g de queso Mascarpone
* 125
g de azúcar glass
Para decorar:
* coco
rallado
Elaboración:
Precalentar
el horno a 180ºC y colocar la bandeja en el centro.
Tamizar
la harina, el cacao en polvo y el bicarbonato sódico. Reservar.
Batir, junto
con el azúcar, la mantequilla ablandada y agregar los huevos de uno en uno.
Incorporar
la buttermilk , la esencia de vainilla y el colorante rojo.
Unir gradualmente los ingredientes secos a los ingredientes húmedos.
Engrasar 3 moldes desmontables de 18 cm y dividir la masa equitativamente entre ellos.
Hornear durante 25-30 minutos o hasta que, al pinchar un palillo, éste salga limpio.
Dejar enfriar los bizcochos completamente antes de retirarlos de los moldes.
Con
mucho cuidado nivelar la superficie de los bizcochos con ayuda de un cuchillo hasta que quede lo más lisa posible.
Para
la crema de queso:
Montar la nata junto con el azúcar glass con una batidora de varillas.
Unir el queso Mascarpone mezclándolo con movimientos envolventes.
Extender una capa de la mezcla en la superficie de uno de los bizcochos y colocar otro encima; poner sobre él otra capa de crema y tapar con el último bizcocho.
Repartir el
resto por toda la superficie del bizcocho y a su alrededor, hasta cubrirlo completamente. Refrigerar durante, al menos, 2 horas.
Espolvorear la tarta con el coco rallado procurando que quede bien adherido a ella.